Estallan los cohetes por los caminos
anunciando en lo alto a los peregrinos
porque ya están llegando hasta la aldea
procesión del Rocío por las “vereas”.
El alma polvorienta viene cantando
detrás de un Simpecado que ya está entrando,
delante una bandera abriendo paso
la Virgen que ya espera, Dios en sus brazos.
Al pasar por su puerta los caballeros
llevan las riendas cortas, “quitao” el sombrero,
una fuente de encajes en sus gruperas,
todos miran “pa” dentro “pa” verla a Ella.
Se para la carreta, se para el pueblo,
salpican a la ermita los sentimientos,
y brillan en mis ojos, sin previo aviso,
lágrimas que se escapan sin mi permiso.
Repican las campanas y por el aire
los ¡vivas! a la Virgen tras de la salve,
vuelan las golondrinas surcando el cielo,
¡ya está en el Rocío los rocieros!
Repiten las campanas
un nombre que se saben de memoria,
que en el Rocío está entrando
tres siglos de su historia,
Almonte la está esperando…
¡Sanlúcar a las puertas de la
gloria!
M. Lobato
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