LA DUNA DE LOS POETAS
Hace ya algún tiempo, un grupo de poetas pasaron unos días en ese paraíso terrenal que es Doñana; solían reunirse en una duna de arenas blancas e inmaculadas y fruto de aquella estancia nació un libro. Desde entonces, el personal del parque llama a aquella duna, solitaria y apartada de la ruta de los visitantes; que se eleva bajo el cielo azul de Andalucía como un Parnaso inalcanzable donde duermen eternamente los sueños, "LA DUNA DE LOS POETAS" .
lunes, 8 de agosto de 2016
viernes, 22 de julio de 2016
CARMEN
Sangre roja en el filo de tus ojos,
navajas siempre abiertas en mi carne,
tú, mi Carmen gitana, cigarrera;
déjame que te mate… y que me muera.
M. Lobato
miércoles, 22 de junio de 2016
LA ROSA Y EL RETRATO
Sobre la mesa del alma
una rosa y un retrato;
el tiempo, en su caminar,
la rosa irá marchitando,
el retrato... quedará.
M. Lobato
CANSADO DE MIRAR
Cansado de mirar sin que me vieras
me fui detrás del sol para olvidarte,
ahora sólo quedan las estrellas,
y a oscuras… la condena de soñarte.
M.
Lobato
lunes, 20 de junio de 2016
EL RASTRO DE MI SANGRE
Siguiendo el rastro de mi sangre
encontré la luz en tu mirada,
el cielo me abrazó por un instante,
la noche llegó…
y ya no estabas.
M. Lobato
domingo, 12 de junio de 2016
HOY VUELVO A VOLAR
Hoy vuelvo a volar,
con mi ala de una pluma
de ánade perdido,
de ánade perdido,
en la noche amanecida de mi oscuridad,
que son sus ojos;
los de ella, rescoldo de brasas encendidas,
chispas de carbón, que incineran de presente
cada momento de su ausencia.
Vuelve a latir mi pensamiento,
con rumbo fijo;
soñando el destino de sus labios
que no lo saben,
pero sienten el eco de los míos
allí donde estén.
Froto la lámpara del genio contenido
del deseo que se escapa entre su risa
y la brisa imprescindible de su aliento,
que no me llega,
sino desde el otro lado del precipicio
que separa el abismo de su piel distante,
ignorante de caricias
que se retuercen en mis dedos
marchitos de los colores de su primavera.
Amor ingenuo que no escarmienta
ni en mi propia carne;
que no sabe de otra cosa que de amar,
porque no aprende otra palabra que la mirada
posada un instante en mis ojos,
que ya no ven sino los suyos…
ignorándome.
Pero la miro desde lo alto de mi alma
porque hoy he vuelto a volar,
con mi ala de una pluma,
que le escribe un amor
que nunca hará otra cosa
que amarla en silencio,
como último recurso
para seguir viviendo en otro mundo
que ella construyó para mí esta noche,
sin saberlo.
M. Lobato
sábado, 27 de febrero de 2016
AYÚDAME
Ayúdame a odiarte,
a ver tus defectos,
a poder respirar en tu ausencia
otro aire que no sea el que te rodea.
Ayúdame a vivir otra vida distinta a la tuya,
aunque no sea la mía.
A entender que existen más ojos que me miran.
Perdóname cada beso que te dan los míos…
sin permiso.
Ayúdame a salir de este fuego de nuevo,
donde caí sin querer,
pero no me des la mano porque jamás la soltaría.
Dime en voz alta todo aquello que no significo para ti,
haz que me lo crea,
que no me sienta hombre al mirarte,
cástrame el alma para siempre,
pero no me eches de tu lado
porque ni Dios, matándome, lo conseguiría.
M.
Lobato
domingo, 21 de febrero de 2016
YA ES TARDE
Hoy volví a brindar conmigo mismo
y rompí la copa contra el aire,
y sangraron de pronto mis oídos,
sangraron…
un silencio de cristales.
Hoy abrieron sus ojos mis cenizas,
a eso de la hora en que ya es tarde,
ya nada pude hacer con mis mentiras,
ya nada pude hacer…
sino quemarme.
Pero el mundo que se ríe,
y que me mira
acercarme a la llama incontrolable,
podrá llamarme loco, con razón;
pero nunca a mi amor dirán…
¡cobarde!
Manuel
Lobato
sábado, 26 de diciembre de 2015
EL FIN DE UN AÑO
Qué es el tiempo…
sino un invento que queremos medir.
Qué es el amor…
sino un sentimiento que queremos sentir.
El tiempo se agota
en el reloj de arena de esta duna,
que el viento se llevó
mientras yo amaba en voz alta.
Echo en falta el corazón,
convertido en rosa roja para nada,
que cada tic-tac de los sueños muertos,
fue marchitando entre las manos de nadie.
Un año termina con sus días exhaustos
de soles incansables,
y lunas hermosamente inútiles,
desinfladas de caricias.
¡Adiós a un amor y a un tiempo!
que sólo existieron en mí,
sólo eran… dos inventos
para poder subsistir.
M. Lobato
GRACIAS A TODOS LOS QUE, EN ESTE AÑO, LEÍSTEIS EL ALMA ESCRITA SOBRE LA ARENA DE ESTA DUNA.
GRACIAS A TODOS LOS QUE, EN ESTE AÑO, LEÍSTEIS EL ALMA ESCRITA SOBRE LA ARENA DE ESTA DUNA.
viernes, 25 de diciembre de 2015
MAÑANA DE NAVIDAD
Todos duermen…
En el centro del silencio,
mi soledad huele a serrín
de los belenes de mi infancia,
a lana de oveja de rebaño de plástico,
a pesebre de establo de corcho
convertido en cuna de Dios.
Todos duermen…
En el centro del silencio,
mi soledad se mira
en un río de papel de plata;
mientras tres magos caminan
sobre camellos inmóviles,
que nunca llegarán con sus regalos
a las casas inexistentes de los niños sin techo.
Todos duermen…
en la mañana de Navidad,
embriagados de manjares;
quizás, para olvidar
que mientras celebramos
el nacimiento de un niño que habló de amor;
miles de niños, esa misma Noche “Buena”,
murieron de hambre, soñando un abrazo
que nunca les llegó.
Todos duermen…
¿Cuándo despertará el mundo?
M. Lobato
M. Lobato
jueves, 24 de diciembre de 2015
!TORERO!
La vida, un redondel
sin principio ni final.
La muerte, un burladero
por el que el alma se va
cansada ya de este albero.
El Cielo, la puerta grande;
tú la abriste, sanluqueño,
como tantas otras tardes,
José Martínez “Limeño”,
para dar la vuelta al ruedo.
El adiós, el más sentido,
el de los blancos pañuelos;
y mi grito lastimero
que sale de los tendidos
para decirte ¡TORERO!
M. Lobato
jueves, 17 de diciembre de 2015
domingo, 13 de diciembre de 2015
TANTO ERA DE TI...
El hueco del corazón que me rompiste,
y ya no tengo,
sigue latiendo el eco de tu nombre.
Tanto era de ti, que creí ser tú,
y, sin embargo,
yo he muerto y tú sigues viviendo,
tú sigues caminado y yo mirando atrás,
para verte en aquel tiempo en que éramos uno,
y nos reíamos del
mundo con una sola risa,
y llorábamos nuestras penas con una sola lágrima,
y creíamos que nadie podía asesinar
esa palabra que ahora se aleja flotando,
por el aire que ya no respiramos,
partida en dos por el cuchillo del silencio
que una vieja mano, ajena y traicionera,
empuño sin piedad y sin motivo.
Una palabra, amistad,
que yace enterrada para siempre
en la cal viva del olvido.
Manuel Lobato
martes, 8 de diciembre de 2015
DUERME TRANQUILA
Cuando ya te has
dejado tantas veces
la piel por el camino,
hasta tener el alma en carne viva,
qué más da una vez más.
Abrígate con ella y no te hieles,
duerme tranquila;
por última vez lo haré por ti,
volveré a tragar saliva,
y nunca, nunca más
tendrás que echarme de tu vida.
Manuel Lobato
domingo, 22 de noviembre de 2015
CUANDO SÓLO QUEDES TU
Derribaré tu nombre y tu apellido,
la carne redentora de tus huesos,
el muro de carmín que hay en tus besos,
y el alto pedestal al que has subido.
Traspasaré la piel de tu vestido,
frontera que pusiste a tu universo,
y prenderé en tu pelo, de regreso,
el lirio inmaculado del olvido.
Quemaré tu máscara de acero
con la leña del árbol de tu cruz
y el fuego de tus ayes lastimeros.
Y por fin, cuando sólo quedes tú,
desnuda de las nubes de lo huero,
sabrás por qué te veo cielo azul.
M.
Lobato
sábado, 21 de noviembre de 2015
ROSA DE JERICÓ
Hoy escribo por mandato
y, sin embargo, no es una condena;
ejecuto el placer impuesto
por una voz lejana que
llevo dentro,
escrita en el papel del aire de mi hoy
con mil dobleces de ayer.
Parecía diminuto,
casi inexistente,
desapercibido,
ignorado por los años .
Pero, a veces,
levantas una piedra en la orilla del mar
y encuentras un alma.
Entonces, tu lamento descubre
que siempre estuvo allí,
rodeada de silencio
para no molestarte en tu desierto.
Ni siquiera te atreves a tocarla,
maniatado de respeto el deseo;
pero ella se despliega a tu
alrededor,
como una inmensa rosa de Jericó,
abierta de amor olvidado por los siglos de los siglos,
y te acaricia el corazón robado… dulcemente.
Desde ese instante hallado,
ya no puedes vivir de otra forma
que muriendo en sus brazos;
sin saber si desplumarte las alas de los sueños,
o atreverte a creer…
que aún no es demasiado tarde.
M. Lobato
jueves, 19 de noviembre de 2015
DEJA QUE SÓLO TE MIRE
Inventaré un abecedario nuevo,
para poder pintarte con palabras;
pero ahora respeta el silencio de mis ojos,
que sólo quieren mirarte.
Inventaré una caria distinta,
para cada rincón de tu piel interminable;
pero ahora permite a mis manos inmóviles,
que tiemblen posibilidades.
Inventaré caminos para recorrerte,
cuando mis labios se atrevan
a llegar hasta los tuyos;
pero ahora consiénteme soñar distancias por ti rotas.
Inventaré un alma infinita,
donde sólo quepas tú,
cuando sepa lo que estoy sintiendo;
pero ahora deja que sólo te mire… y me lo crea.
Porque aún no estoy seguro
de que puedas existir,
fuera de un sueño perfecto.
Quizás, no creo en Dios lo suficiente.
M. Lobato
lunes, 16 de noviembre de 2015
UN POETA Y MEDIA LUNA
Confieso que he perdido;
me retiro del campo de batalla,
con la espada ensangrentada por mi propia sangre,
para no estorbar al vencedor.
Lo aprendí del sol…
cuando la oscuridad gana cada ocaso
y el lubricán deja paso a la tiniebla.
Sólo espero que la luna no haya muerto sin saberlo,
por un sablazo de plata;
y algún día vuelva a brillar,
aunque yo no esté para verla.
Su victoria sería mi pequeña victoria,
sin ser mía,
porque sólo yo sabré que luché con todas mis fuerzas…
por ella.
Ahora me retiro mar adentro,
a morir solo en la barca de mi pena,
con la media luna perdida clavada en el alma,
para que nadie tenga que cortar
ni una sola flor para mi tumba.
viernes, 13 de noviembre de 2015
BAJO EL DINTEL DE MI PUERTA
Hoy ha vuelto aquel ángel,
se posó bajo el dintel de mi puerta,
me miró, sólo me miró,
sin decir nada…
no hacía falta;
la voz de su presencia, única y hermosa,
me habló del Cielo que nunca alcanzaré;
pero, al menos, ahora sé que el Cielo existe,
porque en sus alas subí tan alto,
que recordé la luz del amor.
M. Lobato
jueves, 12 de noviembre de 2015
ELEGÍA A LA CHUMBERA
Cancerbera de los campos,
qué fue de ti, ¡ay chumbera!
compañera de un camino
alegre de primavera.
Ni siquiera tus espinos,
custodios de cien veredas,
quedaron como testigos
del recuerdo de quien eras.
Ya sólo queda mi llanto,
y en las lindes de mi pena,
el grito amargo del canto
que canta tu calavera.
Y aquella caña cascada,
guardada en mis entretelas,
soñando alcanzar tu fruto
que ya es sólo una quimera.
M. Lobato
domingo, 4 de octubre de 2015
RÉQUIEM POR DOCE VIDAS QUE SALVABAN VIDAS.
Cada vez que suena un tiro
en cualquier lugar del mundo,
cierro los ojos, para soñar
que no ha muerto nadie.
Y hay veces que me llevo
tanto tiempo con los ojos cerrados,
que sueño que he muerto
porque la bala me alcanzó a mí.
Luego recuerdo que estoy soñando
y que en mis sueños no muere nadie;
entonces despierto,
y me veo en un charco de sangre.
Yo sigo vivo,
pero, de mi corazón
salen claveles rojos
a borbotones.
M. Lobato
Suscribirse a:
Entradas (Atom)