Hace ya algún tiempo, un grupo de poetas pasaron unos días en ese paraíso terrenal que es Doñana; solían reunirse en una duna de arenas blancas e inmaculadas y fruto de aquella estancia nació un libro. Desde entonces, el personal del parque llama a aquella duna, solitaria y apartada de la ruta de los visitantes; que se eleva bajo el cielo azul de Andalucía como un Parnaso inalcanzable donde duermen eternamente los sueños, "LA DUNA DE LOS POETAS" .
domingo, 14 de junio de 2015
ÁNGEL SIN ALAS
A veces...
el mendrugo del pobre
alimenta más que el festín del rico.
A veces...
los ángeles no tienen alas,
porque no necesitan volar
para llevarte al Cielo...
tienen el Cielo en la mirada.
A veces...
la luz de Dios,
parece candela de infierno,
porque...
A veces...
un demonio no es más,
que un ángel caído
al que nadie ayudó a levantarse.
M. Lobato
viernes, 12 de junio de 2015
jueves, 11 de junio de 2015
!AY AMIGO!
¿Dónde estás que no te veo?
no creo que seas el que miro;
aquel, el mío, era otro.
En qué potro de locura cabalgaste…
con qué vino embriagaste tus sentidos…
a qué barca de oro te
subiste…
dónde fuiste,
en qué mares te has hundido.
¡Ay amigo! ¿aún existes?…
o eres ido.
M. Lobato
PONME A PRUEBA
!Ponme a prueba!
Si no te entrego el alma en cada beso…
Si aparto de ti mi pensamiento un solo instante…
Si no te suda cada poro de mi piel…
Si regreso alguna vez de tu mirada…
Si algún día otro nombre me aprendiera…
Si tu voz dejara de ser mi único alimento…
Si respiro otro aliento que no salga de tu boca...
Si encontrases otra cara de mi luna que no alumbrara nuestra noche...
Si encontrases otra cara de mi luna que no alumbrara nuestra noche...
Si mi almohada te contara un solo sueño donde tú no hayas
estado…
Quémame en la pira de tus ojos...
Apaga los rastrojos del pasado...
Apaga los rastrojos del pasado...
Condéname al silencio de tus quejas...
Y oblígame a mirar...
mientras te alejas.
M. Lobato
Y oblígame a mirar...
mientras te alejas.
M. Lobato
miércoles, 10 de junio de 2015
DÓNDE ESTABA
Dónde estaba su ángel de la guarda,
en qué página de un caro catecismo,
qué más da, ya no hay nada que guardar…
ya es lo mismo.
M. Lobato
CARICIAS
Me falta piel donde albergar la herida
de las caricias ausentes,
y sin embargo…
me hurgo en ella buscándote.
Sólo dentro estás,
agazapada en la esquina
donde se cruzaron nuestras miradas…
en aquella vida de un instante.
Sólo, en la voz del pensar en ti continuo,
que consuela mis ojos,
cansados de buscarte…
sin un pequeño éxito.
No necesito más cauterio
que un roce momentáneo;
entre tanto…
desangrarme como sol encarnado del ocaso,
que busca la caricia del horizonte.
M. Lobato
lunes, 8 de junio de 2015
CREO QUE NO ES MUCHO
Me conformo con un hierro ardiendo,
con una tempestad que me arrastre,
con una sola estrella que mirar…
no necesito más cielo.
Me conformo con una herida que me atraviese,
con un pequeño susurro que me eternice,
con una lágrima seca que sea mía,
con el tropiezo equivocado de unos labios.
Me conformo con tenerme,
con decir una palabra que no muera ignorada,
con alguien que conozca mi nombre…
aunque no lo pronuncie.
Con una mirada que me busque sin saberlo,
con una mano con la que poder mendigar,
con saber que quepo en algún pensamiento,
me conformo con nacer.
Me conformo… con esa pequeña nada
del existir en mis afueras,
creo que no es mucho,
pero sería mi todo.
M.
Lobato
miércoles, 3 de junio de 2015
SÓLO QUEDA
Todo se derrumba…
Sólo queda el abrazo de una soledad prematura,
que recompone tu hechura
con teselas de recuerdos imborrables...
La clepsidra de la espera
llena de lágrimas calientes…
El blanco pañuelo del alma
que el adiós agita…
La enorme mano del deseo
que intenta en vano retenerte…
Y en las entrañas vacías
un eco que grita…
¡Hasta siempre!
M. Lobato
M. Lobato
ESTE SILENCIO QUE ME AHOGA
¿Qué hago?
¡Dímelo tú!
Pon algo de luz en este silencio que me ahoga
y que no me atrevo a traducir
por amor a la vida que me diste,
por temor a la muerte presentida.
Veo venir sus palabras
y cierro los ojos
para que pase de largo la verdad que temo…
Mis manos sudorosas
siguen modelando tu forma
en el barro de los sueños inventados.
Me estoy desangrando
por la herida de un final
que nunca tuvo principio.
No prolongues más esta agonía
de la vida que no tengo.
¿Qué hago?
¡Dímelo tú!
¿Me muero,
o sigo viviendo?
M Lobato
lunes, 1 de junio de 2015
LA CARPINTERA DEL ALMA
Si tuviera una cajita
donde refugiar el alma,
cuantas cosas guardaría;
mis penas, mis alegrías,
mis tempestades, mis calmas.
No haría falta que fuera
ni de oro, ni de plata,
simplemente de madera;
y ni siquiera con llave,
si al final, todo se sabe...
!Házmela tú carpintera!
y cóbrame lo que quieras,
no te preocupes por eso,
yo se muy bien lo que vale;
el alma, no tiene precio.
M.Lobato
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