Hoy a mí me supo a
poco
el azul de la alborada,
porque soñé con tus ojos
anoche de madrugada.
Si Morfeo me engañó,
entonces no digo nada;
pero si dijo verdad,
el cielo está en tu mirada.
Al cielo quisiera ir,
mas si para ir al cielo
yo me tengo que morir,
¡venga la muerte ligero!
pues este vivir sin ti,
ni es vivir, ni yo lo quiero.
M. Lobato
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