Cuando un mar de dudas
borra las palabras escritas en el corazón,
una caracola cantará un réquiem
por un sentimiento sepultado en la arena,
y sólo quedará la cruz del miedo
clavada en la orilla del silencio,
como pecio de una barca que nunca navegó.
Prefiero gritar el alma a la luna
y negar al alba la verdad.
M. Lobato
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